Entradas

Eran nubes

Imagen
 Me había acostumbrado a esquivar las caricias del tiempo, los regalos inútiles del mundo, y en los minutos que pasaban nada podía librarme del día. Fue cuando visité El campo por primera vez que desperté afuera del mundo. Allá no había día, el tiempo era en sí mismo, como un lago eterno.  La mañana del doce de junio del 2008 lo habité por primera vez y apenas pude plasmarlo en el cuaderno verde que tengo guardado en la mesa de luz, donde usualmente escribía poemas de aficionado y cuentos inconclusos. Las palabras no brillaron, tampoco fueron claras, todavía necesitaba despabilarme un poco para poder escribir líneas coherentes. Nadie. El pasto me abraza, no hay después.             En ese momento no existió ninguna revelación significativa, mi vida transitaba sus horas de manera indiferente, el viaje no se había modificado, al menos en la superficie todo se veía normal (en el único sentido de la palabra “normal”, el negativo) todo seguía siendo prácticamente lo mismo pero co

Lo estático del viento

Imagen
Saltabas sin la gravedad, como dentro de una pecera. Mirabas todo, la tarde nacía y moría al mismo tiempo, acariciando los extremos de la vida. No me viste entre la gente, las banderas y el humo, pero pude abrazar tus brazos. Yo solo respiraba para expulsarme, y vos no pudiste mirarme de otra forma, yo giraba los hombros alimentando el viento, ningún extraño me podía distraer, los gritos ajenos eran cada vez mas lejanos. Después los edificios no hicieron más que insinuar la soledad del frío y te perdí de vista. Quedé atónito, desprevenido, como esperando lo imposible, tapado de nubes propias, de la electricidad de las miradas, y te asomaste en lo estático del viento ahora el frío implosionaba dentro tuyo y mio y desde abajo las sabanas nos abandonan como volcandote en el aire amabas, ineludible mi tímido tropezar despertaba tus ojos y dos caricias mudas rebotan en la piel como un choque de planetas escondido en lo eterno.

El despertar distópico de Teller Ulam

Imagen
Primero fueron los golpes de las palomas en el techo, más tarde el silencio fulminante de la calle abrazada por los edificios, y por último un relámpago que amontonó las nubes violetas. Me incorporé pensando que el último hombre del planeta podría contemplar al mismo tiempo la quietud y las explosiones de su mundo, del mundo, que ahora eran uno mismo. Un balcón frágil sosteniéndome y la humanidad enmudecida por fin escuchando al cielo, cielo ya cansado de enviar señales inútiles que, hoy creo, puedo entender. Estoy sólo, mis pensamientos ocupan tanto espacio que olvido que soy el único entre tanto cemento frío, entre las máquinas congeladas en oxido y muebles que me observan a tiempo completo. Ayer vi una lluvia de meteoros, me hizo acordar a la música, podría escribir sobre eso, sabiendo que lo único que queda son esqueletos de una sociedad distraída, que no supo escuchar al cielo. Un próximo ocaso Es difícil lograr ciertas imágenes visuales y sensaciones sin la ayuda del ar

17 Poemas (Hora 4)

La tarde no supo calmar mis ansias, sólo encontraba en el incierto porvenir el distante silencio. Obsesionado con la suerte y los rompecabezas, alimentando los conflictos internos del pasado y con el alma desangelada prolongué mis pasos hacia la vereda. Las horas no aterrizaron jamás, como si se tratara de una mera postal pictográfica congelándonos en la inacción. Del aire nació una inercia que no es más que una costumbre, una sorpresiva absorción, y dentro de la calle vi las vidas en tránsito, como cápsulas, amando el laberinto diario. La pintura blanca de las casas es la superficie donde el sol despega y los edificios son la mitad del silencio (la mitad de nuestros ocultos oídos). El pavimento no es mas que la madera de nuestros tiempos, asimilada como natural, hasta nos suele sorprender que de el no florezcan seres vegetales. Me encontré entre autos. Nos vi rodeados de medidas y medicamentos, acariciando nuestros autos fríos, como buscando en aquel contacto cierto tipo de alivio,

Solo nuestros ojos

UNO dibujaste con mis lagrimas las figuras de tus lagrimas y una lentitud absorbió tus tibios movimientos nadamos sin flotar hundiéndonos verticalmente en las llagas de la tarde tus labios comunicaron sin emitir sonido? aquel llanto distorsionó la gravedad de la habitación? lo cierto es que el tiempo se detuvo ni las ventanas lo reflejaban ni la musica que nos envolvía, solo nuestros ojos. DOS ¿Soñaste mis caricias dormida? ¿Calor de mi calor? Porque aquel espasmo tuyo fue un beso en todo el cuerpo que me advertía: -Abrazame dormida, que respiro mis sueños. TRES La terminal te espera, yo te espero, estos muebles porteños, el cuadro del flaco, las trémulas anécdotas te esperan, la infinidad de vídeos que amamos, mis pochoclos quemados, mi café amargo, mi inutilidad te espera. Como los friolentos al verano yo te espero agazapado, cubierto, descubierto, exhausto, apaciguado, ligero, te espero en todos mis estados de animo, rodeado de libros de

Aves de marfil

                                                                     +  Precipitaciones Promulgaron el castigo necio de los ídolos cesantes pero nunca amortiguaron sus culpas. Confundieron lo volátil y lo superfluo la garúa y la llovizna pero las urnas reconocen los matices. Millones de lustros y astros se refugiaron en la nada y la nada en la ausencia. The diference between backward and foward doesn't exist. Las aves de marfil operan en derredor como socios de la gravedad.                                                                  +  Delimitaciones Planteo de traslados y descargas, o bolsas diligentes que le temen al viento, todo determinado por un circuito aprobado por los aseguradores y comprobadores (todos fantasmas terrenales) que amontonan vidas disimiles. "Prohibido lamer el aire" un cartel. "Siempre realizar el paso #2 después del paso #1" un pie de página en una revista adolescente de moda.                 

Vestigios

Francina aléjame de todo lo demás de las tormentas y cada cosa que calmas Francina, Francina… te quedaste quieta contemplando la canción nubes paralelas que despiertan tu color Francina, Francina, Fran… y el mar que estaba ahí no puede ir tu voz a donde quiera que esté Francina despertará reflejando la cancion lejos. lejos casi sin pensar me voy pétalos que se van, se van… te ibas fugando indiferente atravesándome, médanos que se van, se van. Ella se durmió Vertiente de agua fresca brota del atardecer y ella esperaba sedienta calmando mi propia sed. Desatándonos sin más calor que el sol, del cuerpo migra la canción. Cuando le escribo se aleja cuando la sueño se va vuelve en los días nublados luego se vuelve a escapar. Ella se durmió y el mar se abrió del sol cayéndose a un lugar de amor. Claridad Quiero ver la luz que te calma sentir la quietud de tu alma hoy las